La lucha por una derivación urgente

En un conmovedor testimonio compartido con RadioNews, Paola Méndez, residente de Los Antiguos, expuso la dramática situación que atraviesa con su bebé de apenas dos meses y medio, quien requiere una derivación médica urgente que no logra obtener debido a trabas burocráticas en el sistema de salud.
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La desesperada búsqueda de atención médica para un hijo sin atención médica especializada
El pequeño sufre de reflujo vesical, una condición que provoca que la orina, en lugar de ser expulsada completamente, regrese a los riñones, causando infecciones recurrentes. En sus escasos dos meses y medio de vida, el bebé ya ha sufrido cuatro infecciones graves, incluyendo una sepsis (infección generalizada en sangre) y actualmente se encuentra internado nuevamente en el hospital de Caleta Olivia.
«La verdad que nosotros necesitamos es una derivación para poder llevarlo a Buenos Aires o a donde realmente lo puedan tratar», explicó la madre, visiblemente angustiada. Los médicos han determinado que la condición del bebé requiere intervención quirúrgica, una operación que no puede realizarse en su localidad.
Obstáculos burocráticos impiden la atención de un hijo sin atención médica adecuada
La situación se complica por un problema burocrático: Paola es monotributista y, según el sistema, cuenta con la obra social OCAC. Sin embargo, después de tres años pagando las correspondientes cuotas, nunca recibió el alta efectiva en la obra social.
«Llevo tres años pagando esa obra social y nunca me han dado el alta», relató la madre. Esta irregularidad la ha dejado en una situación administrativa que ella misma define como «un limbo»: oficialmente figura con cobertura médica, lo que le impide acceder a servicios de emergencia para personas sin obra social, pero en la práctica no puede utilizar los beneficios de la supuesta cobertura que paga mensualmente.
Este círculo vicioso afecta directamente la posibilidad de derivación de su hijo: «Los hospitales tratan de gestionar la derivación, pero llegan hasta el punto donde me figura que yo poseo obra social y ahí se para todo», explicó Paola durante la entrevista.
La urgencia de una solución para un hijo sin atención médica especializada
El bebé cuenta únicamente con Plan Nacer, un programa que cubre atención médica dentro de la provincia de Santa Cruz, pero que resulta insuficiente para la atención especializada que requiere en Buenos Aires. Sin una derivación oficial, el pequeño quedaría sin cobertura fuera de la provincia.
La situación es crítica y requiere acción inmediata. Como señaló el entrevistador: «Es un bebé de dos meses, está con un problema de infección y no puede estar pensando en los papeles. Después se arreglan los papeles. Para otras cosas, después arreglamos. Pero este caso es urgente, es salud, es salud».
El sufrimiento diario de un pequeño y su familia sin acceso a tratamiento
La madre describe el doloroso proceso que han atravesado en estos dos meses y medio: «No es lindo tenerlo internado. Llevamos ya dos meses y medio yendo y viniendo, entrando a hospitales y la verdad que no, es ver a tu hijo pinchar, llorar todos los días. No, no, no. No es vida».
La familia ha intentado por todos los medios conseguir atención especializada, incluso contactando directamente con hospitales en Buenos Aires, incluyendo el Hospital Garrahan, reconocido centro de atención pediátrica de alta complejidad. Sin embargo, en todos los casos les indicaron que necesitan una derivación oficial desde su hospital de origen.
La responsabilidad institucional frente a un hijo sin atención médica necesaria
El caso expone las graves deficiencias del sistema sanitario y la burocracia administrativa que, en lugar de facilitar el acceso a la atención médica, se convierte en un obstáculo que pone en riesgo la vida de los pacientes, especialmente los más vulnerables como los recién nacidos.
La situación de Paola y su bebé es un claro ejemplo de cómo las trabas administrativas pueden convertirse en verdaderas amenazas para la salud. En este caso, la urgencia médica debería prevalecer sobre cualquier requisito burocrático, especialmente considerando que se trata de un bebé de apenas dos meses que ha sufrido repetidas infecciones y cuya condición requiere una intervención quirúrgica.
El llamado a la acción para garantizar atención a un hijo sin atención médica
La madre hace un llamado desesperado a las autoridades de salud, especialmente a la Caja de Servicios Sociales: «Ahora lo que pido es que pueda salir una derivación y poder llevar a mi hijo a tratar. Me dijeron que solamente se puede solucionar este tema con una cirugía. Y bueno, eso es lo que estoy pidiendo, poder llevarlo a Buenos Aires o donde sea necesario, que se pueda hacer esta intervención quirúrgica y poder darle una buena vida a mi hijo».
Este caso pone de relieve la necesidad de revisar los procedimientos administrativos en el sistema de salud para garantizar que situaciones de urgencia médica, especialmente las que involucran a niños pequeños, reciban atención prioritaria sin que los requisitos burocráticos se conviertan en obstáculos insalvables.
La necesidad de respuestas inmediatas para un hijo sin atención médica urgente
Las autoridades sanitarias deben responder con celeridad ante este tipo de situaciones, priorizando la salud y el bienestar de los pacientes por encima de cualquier requisito administrativo. La vida y la calidad de vida del pequeño están en juego, y cada día que pasa sin recibir la atención especializada que necesita aumenta el riesgo de complicaciones graves en su salud.
La comunidad médica coincide en que las infecciones urinarias recurrentes como las que sufre el bebé pueden causar daños renales permanentes si no son tratadas adecuadamente y de manera oportuna. El reflujo vesicourreteral, condición que padece el pequeño, requiere un seguimiento especializado y, en muchos casos como este, intervención quirúrgica para prevenir daños a largo plazo en el sistema urinario.
Especialistas en nefrología pediátrica señalan que estas condiciones no pueden esperar indefinidamente, pues cada episodio infeccioso aumenta el riesgo de cicatrices renales que podrían derivar en problemas crónicos de salud en el futuro.
La voz de una madre que lucha por su hijo sin atención médica adecuada
El testimonio de Paola revela no solo la angustia de una madre preocupada por la salud de su hijo, sino también la frustración de enfrentarse a un sistema que parece insensible ante una situación de urgencia médica: «Ya es la cuarta infección que se va agarrando. El primero se agarró una sepsis, una infección en la sangre y en la orina. Y ahora quedó con una infección en la orina nomás».
La determinación de esta madre para conseguir la atención que su hijo necesita es admirable, así como su valiente decisión de hacer público su caso con la esperanza de que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y agilicen el proceso de derivación que tanto necesita su pequeño.
Reflexiones sobre un sistema que deja a un hijo sin atención médica especializada
Este caso nos invita a reflexionar sobre la efectividad y humanidad de nuestros sistemas de salud. Si bien existen protocolos y procedimientos administrativos necesarios para el funcionamiento ordenado del sistema sanitario, estos nunca deberían convertirse en barreras que impidan el acceso a la atención médica, especialmente cuando se trata de casos urgentes y pacientes vulnerables como los niños pequeños.
La historia de Paola y su bebé es un llamado a la acción para revisar y mejorar los mecanismos de derivación médica, especialmente en zonas alejadas de los grandes centros urbanos, donde el acceso a atención especializada es limitado y depende fundamentalmente de un sistema de derivaciones que debe funcionar de manera eficiente y oportuna.
Es responsabilidad de las autoridades sanitarias asegurar que ningún paciente, especialmente los más vulnerables como los recién nacidos, quede sin la atención médica que necesita debido a trabas burocráticas o fallos administrativos en el sistema.
El caso de este bebé de dos meses con reflujo vesical no es solo una historia individual de sufrimiento y lucha, sino un reflejo de problemas sistémicos que afectan a muchos pacientes en situaciones similares y que requieren soluciones estructurales para garantizar el derecho fundamental a la salud de todos los ciudadanos, independientemente de su ubicación geográfica o situación administrativa.